Los hilos tensores es un tratamiento indicado para rejuvenecimiento facial, la flacidez,  el reposicionamiento de los tejidos, y tiene un efecto estimulador de colágeno. Esto generará un rostro con menos flacidez, más terso, más joven, y el efecto bioestimulador producirá a largo plazo un rostro más luminoso, con una mejoria notable de la piel.  

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Hay varios tipos de hilos, desde los monofilamentos hasta los espiculados, estos últimos indicados para tensar.  Se pueden poner en casi cualquier parte de la cara y del cuerpo, dependiendo del tratamiento a realizar. 

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El material de estos hilos son suturas reabsorbibles (Polidioxanona), que después de 4-5 meses son absorbidos por el cuerpo y estimulan la formación de colágeno generando fibrosis y esto a su vez hace que se mantenga el efecto tensor por mucho mas tiempo (12-18 m).

El procedimiento se realiza con anestesia local, por lo tanto es indoloro. Los hilos van montados dentro de una cánula, que es una aguja roma, lo que hace que su colocación sea muy poco traumática, disminuyendo mucho el riesgo de aparición de hematomas.  Posteriormente se retira la cánula, y se masajea para dejar el hilo en la posición que se desea y se realiza una tracción para reposicionar los tejidos (hilos espiculados). 

El efecto tensor se vé desde el primer momento (efecto mecánico), pero a medida que pasa el tiempo (meses), se va viendo más y mejor (efecto bioestimulador).

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El número de hilos a poner en la sesión dependerá de la valoración que se realice en cada paciente.

Pueden surgir algún hematoma local, hinchazón, dolor el día del procedimiento, y riesgos de la anestesia (parálisis facial transitoria). No necesita tiempo de baja. 

Las complicaciones que se pueden presentar es superficialización de los hilos, mal plano de inyección, infección, entre otros. 

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Es un procedimiento sencillo en manos expertas, por eso es importante que se realice por personal médico entrenado.

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